Tribus urbanas que se mezclan: desigualdades imaginarias en «House. Retratos desarmables» de Sergio Loo

por Fidel Reyes Rodríguez

Decía Cernuda que uno no es el mismo después de leer un libro, y estoy segura, chicuelas, de que ninguna de ustedes volverá a contemplar su propia vida o la vida de los demás de igual modo después de la enriquecedora experiencia que supone adentrarse en las páginas de House. Retratos desarmables, primera novela de Sergio Loo (México DF 1982). Con anterioridad, del mismo autor, ya había leído el poemario Sus brazos labios en mi boca rodando y un cuento incluido en la Antología del cuento dañado. En estas tres experiencias lectivas he podido comprobar que Sergio Loo me gusta, que me gusta mucho. Sin dudarlo, puedo afirmar que estos tres textos han venido a marcarme, o como decía Cernuda, a volverme otra, a querer escribir de otra manera: como el maldito de Sergio Loo.

             House. Retratos desarmables está divida en pequeños capítulos, que son a la vez pequeños relatos que nos van acercando por diferentes perspectivas, o diferente puntos de vista, a los personajes. En la novela, es difícil precisar quién es el protagonista, ya que todos estos fragmentos son narraciones en primera persona, lo que da como resultado una suerte de intimista “ficción autobiográfica” que nos presenta a los protagonistas como antihéroes, outsiders, que viven y asumen orgullosos sus “diferencias”. A la vez, estos pequeños capítulos son también como pequeñas piezas que al reunirlos conforman una fotografía en la que están incluidos todos los habitantes de una “house” que comparten en la colonia Roma (?).

            En esa casa vive un mariquita que idolatra los filmes de Almodobar, un Dj nudista que ya rebaza los treinta y tiene que lidiar con un bloqueo creativo, una loca oficinista que recoge de la calle al cuerpo de un muchacho, un muchacho que es sólo un cuerpo que no se mueve y que no habla (pero que sí coge), una chica dark con problemas de personalidad y que además tiene que lidiar con dos dones sobrenaturales: a) ver a través de los ojos las vidas pasadas de las personas b) convertir en animales, objetos, plantas y etc, a su amantes mediante el coito.

            Por la problemática de la trama y por la ideología y los excesos de los personajes, Sergio Loo, con esta su primera novela, nos recuerda la literatura del «movimiento de la onda».  Así que, como ya pudieron darse cuenta, amores, en House. Retratos desarmables, podrán encontrar  acción, sexo, humor y muchos sentimientos encontrados. Pero este libro es también muchas cosas más: es la crónica dolorida y sentimental de una generación, de una época; es un canto a la amistad y a la deslealtad; es un grito de horror ante la fugacidad de las cosas, de la vida. Y es, asimismo, el autorretrato de seres marginados que encuentran un refugio a sus diferencias en otros seres marginados. (Drogadictos, homosexuales, identidades dark, narcotraficantes…)

Así que ya saben, corran a comprarla a su Gandhi más cercana o, el próximo fin de semana, antes de irse a los bares de (calle) Hamburgo, dense una vuelta por La librería Voces en Tinta (Niza 23a, entre Reforma y Hamburgo. Zona Rosa. Tel. 5533-7116).

Besitos a todxs.

House